La cerámica es, por su resistencia, la opciones más habitual para decorar el suelo de una casa en un entorno rural. Sus principales ventajas son los mínimos cuidados que necesita y su facilidad de instalación.
Buscaré una loseta rústica y resistente a la erosión, ya que no sólo la considero más adecuada al tema sino que las piedras que se quedan en los zapatos pueden deteriorarlas.
De forma general, la resistencia química es uno de los factores a tener en cuenta a la hora de comprar baldosas de suelo cerámico: la capacidad de soportar la acción de ciertas sustancias químicas permitirá que el suelo resista los productos de limpieza más abrasivos. Por otra parte, la resistencia al rayado se mide por el índice MOSH, que va del 1 al 10. La resistencia al rayado debe ser como mínimo de 5.
Una vez que se ha tenido en cuenta la capacidad de resistencia, es importante tener presente dónde se va a colocar, para así poder decidir el color más adecuado, la calidad de las baldosas o si se opta por colocar un suelo más resistente a climas complicados. Para la terraza son muy comunes los pavimentos extrusionados. Este tipo de suelo cerámico aguanta las heladas, lluvias, nieve y granizo, gracias a su mayor resistencia y a que tiene un mayor grosor. Suelen tener tonos muy acordes con los exteriores como colores marrones u ocres, que consiguen dar a terrazas, patios y porches un aspecto rústico y acogedor. 
En mi caso eso es lo que haré para el pequeño patio, mientras que para la casa he optado por unas baldosas de interior de estilo rústico.
viernes, 9 de mayo de 2008
Suelos de gres y cerámica
