Las chimeneas metálicas permiten aprovechar mucho mejor el calor generado al arder la madera, puesto que toda su superficie se calienta y emite el calor por radiación. Además, cuando tienen una puerta de cristal, se puede limitar el tiro (la entrada de aire) al mínimo necesario para mantener el fuego encendido y la temperatura deseada, sin consumir más leña de la necesaria.
El metal además, permite una gran cantidad de diseños siempre sobrios pero muy elegantes.
La hermana pequeña de la chimenea es la estufa. Las estufas modernas, de chapa de acero o aún mejor de hierro fundido, también poseen una alta eficiencia a la hora de aprovechar el calor generado para calentar la habitación y no perderlo.
sábado, 10 de mayo de 2008
Chimeneas y estufas (II)
